Buenos días, amigos!
Muchas personas me han preguntado con insistencia sobre mi próximo proyecto. Después de Soledad Narcótica he estado un poco alejada de todo y de todos, pero escribir y publicar un libro es como parir un hijo: uno necesita tiempo para reponerse. Después de eso, este blog se convirtió en “Revisblog” y ha sido casa de grandes talentos.
Pero bueno, vuelvo al asunto: lo que he estado haciendo. Les cuento que estoy terminando mi Maestría en Literatura para Educación Secundaria y trabajo en un nuevo libro. Espero que el libro esté en las estanterías para finales del año que viene. Se preguntarán el por qué de tanta espera, y les respondo que este proyecto es uno titánico muy diferente al libro anterior en todo el sentido de la palabra. Para los más curiosos, me atrevo a dejarles parte de un borrón del primer capítulo del libro. Espero lo disfruten y me den su sincera opinión.
“Querida Amanda,
Nunca supe si realmente me quiso. Siempre existió esa ligera sospecha de que detrás de su frialdad y su aparente falta de cariño, se escondía el hombre más dulce del mundo que me amaba con la misma intensidad que yo a él, pero muy a su modo. Las cosas con el siempre tenían un velo de duda que envuelve como una telaraña a cualquier mujer cuerda y dispuesta a enamorarse. El lo sabía. Creo que ése era parte del problema.
Cuando lo conocí, la vida iba mal, como casi siempre. Y bueno, él vino a representar esa parte de mi vida que faltaba. La tecnología ayudó bastante. Vivíamos prácticamente el uno para el otro, una pasión que nació de una necesidad inmesurable de afecto que nos arropaba a ambos a diferentes niveles del cuerpo. A mi me cubría hasta la barbilla, a él hasta las ingles (nada nunca parece arroparlo más de ahí), pero necesidad al fin, encontramos el uno en el otro y abrazamos la posibilidad de un romance que quemase la pasión de ambos hasta hacernos carbón nosotros mismos. Creo que fue para estas épocas que le escribí lo que sigue:
Puse un pie fuera del manto y el frio recibió la planta de mi pie con dulzura. A H O R A tiembla mi amor, al que no le basta ya con A – bRa – zOS cortados en bits, ni besos orquestrados por Tesla que se pixelan al contacto de los dedos. En tien do el estremecimiento de mi piel, la espontaneidad de la c a de mis labios u r r u v t a cuando tus palabras, esos pequeñoimpulsoseléctricosqueviajanamilesdekilómetrosporsegundo, alcanzan mis ojos que las devoran impacientes nutriéndose de esa substancia inerte que es tu amor. Hace frio. S I E M P R E hace en estas f e c h a s Mi pie se retrae instintivamente buscando el calor del manto. Mi c a b e z a se hunde en el deseo de tu espalda desnuda y tibia mientras el vapor despierta en geisers metálicos y el teléfono guarda silencio.Esperaba por él cada mañana, Amanda. Cada segundo de mi día era suyo, y creo que ese fue mi error. ¡Mi corazón comenzó a correr hacia él con una vertiginosidad que espanta! El suyo se mantuvo en su sitio, recibiendo todo el amor que estuve dispuesta a darle, y a cambio de todo esto me obsequiaba pequeñas dosis de cariño, pasión y deseo que calmaban momentáneamente mi sed de amor.
Siempre me has preguntado qué pasó, y es por esto que te escribo hoy, dentro de la pequeña lucidez que aún me queda, para que sepas cómo pasó todo realmente, desde aquel verano que se ha extendido por más de tres años, y del cuál no he podido aún reponerme del todo. “
(Creo que se pierde un poco la estructura en la parte de “la curvatura de mis labios” por el formato de aquí, pero igual se entiende bastante)
Un abrazo a todos!! Espero sus comentarios!
Sarah Valerio